Hace un tiempo trataba el tema del retrato, algunas de sus claves y la dificultad de establecer unas pautas para hacer un gran retrato. Hoy vuelvo a la carga con más sobre el retrato, pero esta vez tomando la profesión del retratado como hilo conductor del artículo. Me centraré en el retrato de músicos.
retrato
La primera vez
Llevábamos mucho tiempo preparando el viaje y Mario era consciente de que iba a visitar París. Como era un renacuajo y no tenía ningún tipo de referencia visual de la ciudad, pronto empezamos a hablarle de lo que iba a ver. Le hablamos de Notre Dame, del Sena y por supuesto, de la torre Eiffel.
Grandes retratos
Retrato: “Descripción de la figura o carácter, o sea, de las cualidades físicas o morales de una persona”. Poca gente hay que no se haya retratado alguna vez. Todos tenemos cientos de fotos en las que el sujeto principal de la misma somos nosotros. Pero solo unas pocas fotos son realmente grandes retratos. ¿Qué es lo que determina que un retrato es realmente bueno?
Como todo en fotografía, no hay una norma escrita o una regla universal que determine como hacer un gran retrato. O mejor dicho. Sí que las hay pero no tienen porqué cumplirse. Si sigues las reglas de composición, expones correctamente, y el retratado colabora no cerrando los ojos y permaneciendo callado durante el disparo, tienes asegurado un buen retrato, pero nada más. Pero si lo que pretendes es hacer un gran retrato, una obra que se recuerde, (no hablo necesariamente de la gran masa, sino de una imagen que recuerde la gente que la haya visto), entonces nada de lo dicho tiene porqué funcionar. Incluso una foto mal expuesta puede ser un gran retrato. Lo siento, no hay reglas.
Che
Que el siglo XX es el siglo de la imagen no hay duda, como ya lo mencioné al hablar de la revista LIFE. Durante todo el siglo se han tomado miles de millones de fotografías que representan la historia, la vida y también la muerte. Algunas de esas fotos, muy pocas, se han convertido no solo en fotos famosas, sino realmente en iconos de una época, o de un movimiento, o de una idea… hasta el punto de que su mera representación puede transmitir la idea completa a la que se asocia.
Este es el caso que nos ocupa y con el que quiero inaugurar la serie “Iconografía”. En esta serie iré comentando alguna de estas imágenes que son un trozo de historia y que han sobrepasado los límites de la fotografía para convertirse en auténticos iconos. El caso de la foto del Che es probablemente el paradigma perfecto de las fotos-icono. La toma se realizó en la Habana el 5 de marzo de 1960, durante el funeral de los muertos en el atentado del vapor “La Coubre” ocurrido el día anterior.